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Valencia: Del sueño mediterráneo a un lugar de paso por la guerra en Ucrania


Photo: Axia Carvallo



En Abril Alisa y Dana. llegaron a Valencia sin saber si esta ciudad será sólo una parada más en su travesía o la esperanza de un nuevo lugar para vivir. Las conocí de manera fortuita sin saber su historia y luego hasta compartimos unas arepas (plato típico venezolano) y hablamos del mundo extraño que le ha tocado vivir a esta generación.


Venir a España, cerca de la costa puede ser el sueño mediterráneo de muchos, pero para ellas es diferente, puede ser una simple parada más en su viaje desde que salieron huyendo de la guerra en Ucrania o tal vez se convierta en un lugar seguro y con clima cálido dónde empezar una nueva vida. Es muy temprano para saberlo.


Alisa y Daniela o Dana como le llama su hermana, son gemelas originarias de Ucrania, con 23 años de edad, una de ellas es escritora y filmmaker y su hermana creativa del mundo digital, creadora de videos en la red social Tik Tok con miles de seguidores. Transmiten una vitalidad y fortaleza en medio de las circunstancias tan difíciles que les ha tocado vivir, que son un ejemplo de valentía, coraje y sueños por conquistar.


Ellas vivían una vida acorde a su juventud, con muchos sueños en un país libre. Ahora, su realidad ha cambiado drásticamente, se encuentran a más de 3 mil kilómetros de distancia de su hogar en Ucrania y su preocupación diaria, aparte de saber si sus familiares y amigos están a salvo, es pensar dónde dormirán el siguiente día.


Vinieron a España desde Polonia, y han contado con la ayuda de muchas personas en todo el proceso, aún les queda mucho por resolver, pero están juntas y tienen la voluntad de salir adelante. Esta es una de millones de historias que recorren el mundo a causa de la inmigración forzada por la guerra, un conflicto cada vez más cruento que no podemos ni debemos ignorar.

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Al principio esta nota trataba de un artículo personal que me inspiraron a escribir sin siquiera mencionarles de manera directa, pero quisieron contar su historia, con sus nombres, a través de una pequeña entrevista en inglés, y aquí les comparto con ustedes en formato pregunta respuesta, traducido al español y disculpando si alguna palabra no es exactamente correcta. la versión original puedes leerla aquí: https://www.laagenciaes.com/post/valencia-from-the-mediterranean-dream-to-a-place-of-passage-through-the-war-in-ukraine





-¿Desde cúal ciudad de Ucrania provienen?


A:“Somos originarios de Luhansk, pero hemos estado viviendo en Kiev durante los últimos 8 años. Entonces somos de Kiev “.


-¿Sigues en contacto con tu familia? ¿ellos están bien?


A:“Nos mantenemos en contacto con nuestra familia. Mamá está en Kiev, está a salvo y la abuela y el abuelo están en Luhansk, también a salvo. Tenemos nuestro chat grupal de mensajería y hablamos todos los días”.


-¿Podrían relatar un poco cómo fue su salida de Ucrania hasta Polonia? A:“Nuestro viaje de Kiev a Polonia fue un poco aterrador. Pero no tan aterrador en comparación con las historias de los ciudadanos de Mariúpol o Kharkiv. Decidimos dejar la ciudad el segundo día de la guerra. Porque sabíamos que podía durar 8 años nuevamente. No podíamos dormir ni comer por el horror de lo desconocido, todos estaban en pánico, la ciudad se veía aterradora. Ya había muertos en Kiev. Así que nos despertamos a las 4 am, empacamos nuestras cosas en 15 minutos y llegamos a la estación de tren. No estábamos seguros de si llegaríamos allí. Tenía miedo de que volvieran a bombardear, mientras estábamos en camino, indefensos y sin lugar para escondernos en el auto. Luego abordamos el tren sin boletos y llegamos a Polonia en 17 largas y devastadoras horas de horror, preocupación, tristeza depresiva e incredulidad de que todo nos había sucedido nuevamente”.


-¿Cuántos días llevan lejos de casa hasta ahora?


A:“Hemos estado fuera de casa desde el 25 de enero”.

-¿Podrías contarme cómo era un día normal en tu vida en Ucrania?


A:“Mi día normal era bastante simple. En los días laborales solía levantarme temprano, hacer yoga, vestirme bien e ir a mi trabajo. Trabajé como creador de contenido en una empresa de TI. Así que solía tener muchas lluvias de ideas; reuniones, presentaciones además de trabajar por mi cuenta. Trabajo hasta las 6, así que cuando estoy en casa, hago mi entrenamiento (o clase de baile), luego veo algo en YouTube y eso es todo. Sin embargo, el fin de semana me divertí mucho más: me encantó visitar lindas cafeterías, filmar TikTok, tomar fotos, reunirme con mis amigos y a mi madre, dibujar, ir de compras, ver películas ❤️ “


-¿Y ahora cuál es tu nueva normalidad?


A:“Ahora estoy tratando de hacer que mi nueva normalidad sea lo más cómoda posible. Hubo días en los que no sabíamos dónde dormir, qué hacer a continuación, estábamos perdidas y asustadas. Cuando eres un refugiado, estás particularmente sin hogar. Aunque tengas algo de dinero y algo de ropa. Simplemente te sientas en algún lugar de McDonald´s y buscas en Internet alguna habitación libre para esa noche. Eso es horrible. Devastador. Triste. Sientes que necesitas pedir ayuda incluso cuando no tienes energía ni siquiera para despertarte algunos días. Pero ahora estamos bastante bien. Encontramos un maravilloso anfitrión Daniel en un pueblo de la Comunidad Valenciana (España) nos recibió y nos permite tener una habitación en su casa. Dana (su hermana) encontró un trabajo online. Empecé a filmar TikToks nuevamente. Estamos seguros y tranquilos, que es lo importante, pero aún extrañamos mucho nuestro hogar”.


-¿Cuál ha sido el día más difícil?

A: “Probablemente los primeros días de la guerra fueron los peores. No podíamos creerlo. Estaba conmocionada, furiosa, pero impotente. Envié un mensaje de texto a todos mis amigos y estaba tratando de ayudar a todos de alguna manera porque necesitaba mantenerme ocupada. Lloré todos los días y no tenía a nadie que me consolara (a menudo dejo mis preocupaciones para mí).

También hubo un mal día a inicios de Abril, cuando un anfitrión que nos recibiría en Inglaterra no cumplió sus promesas y nos tuvimos que quedar en España sin nada. Estaba decepcionada, triste y agotada. Pasé todo el día en la cama, parecía que no había razón para levantarme. Cuando una persona que te promete ayuda y te deja sin eso, es lo peor”.

-Comentabas que a veces surge una especie de sentimiento de culpa por estar a salvo, cuando no hay nada de culpa en ello. Es un sentimiento que suele repetirse entre jóvenes cuando logran salir del país, pero no hay nada de culpa en ello. ¿Ustedes saben que no hay nada de malo en estar bien y salvo, que no tienen culpa de la guerra?

A: “Todavía me siento culpable y me seguiré sintiendo así. Ahora logro manejar este sentimiento, pero sigue conmigo, está en nuestra sangre. No puedo sentirme bien si mi gente está herida y no hago nada. Así que ayudo a los refugiados que conozco y pronto seré voluntaria. Creo que es nuestra fuerza, esa compasión, empatía, por eso vamos a ganar”.

Hay una reflexión muy personal en estas situaciones de conflicto entre países que quise compartir como inmigrante que soy, y es que llega un momento en el que aprendes que sobrevivir es otra forma de resistencia, pensamiento del que ambos lados concluimos que es cierto, después de todo no se trata sólo de estar bien por nosotros mismos sino también para los nuestros, para quienes se quedan allá con la esperanza de que estemos a salvo y nos vaya bien, de que vivamos en condiciones de libertad y respeto a los derechos humanos, es todo lo que se puede esperar.

..."Extraño mi casa. Tengo muchas, muchas, muchas ganas de irme a casa".

¿Volverías a Ucrania si acaba la guerra?

A: “Por supuesto lo haré. No puedo esperar para ir a casa. Extraño mi casa. Tengo muchas, muchas, muchas ganas de irme a casa. Comenzaré un negocio, ayudaré a reconstruir mi ciudad, ayudaré a las personas que lo perdieron todo. Continuaré mi carrera. Kiev es una ciudad muy bonita, moderna y hermosa, espero que se convierta en la mejor ciudad de toda Europa”.


¿Tienes esperanza de que acabe pronto la guerra?

A: “Espero que la guerra termine pronto, pero no estoy seguro. Ya estoy familiarizado con las guerras y sé cuánto tiempo pueden durar, convertirse en años y años. En una opinión muy personal serían no lo sé... 3-4 meses para el cese al fuego, aunque políticamente durará muchos años. Y eso es de lo que tengo miedo a futuro, de nuevos ataques en los próximos años, son más que posibles. Entonces, ya veremos. De todos modos, solo regresaré a Ucrania cuando la guerra haya terminado por completo. Completamente”.

Alisa y Dana están sorprendidas con las muestras de bondad y ganas de ayudar de todas las personas que ha conocido en su largo viaje, a quienes les invitan a visitarlas en Ucrania si acaba el conflicto, para ellas son personas que siempre serán bienvenidas. Y sí, quizás algún día desayunemos arepas con su familia en su ciudad.


Escrito por Axia Carvallo.

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