Valencia, Summer 2022
Inicia otro verano más y mientras organizo los nuevos looks, pensaba en cómo esas prendas que llegaron a ti de manera fortuita en alguna vacación familiar, probablemente del closet de tu tía en su juventud y ahora te la ofrecen en un momento perfecto. Ahora lo recuerdas? aquella blusa que al verla sabes que es para ti, una prenda que nunca encontrarías en las tiendas en las que sueles ir de compras, porque es única, pertenece a la familia y es como si siempre
hubiese sido tuya.
¿Se acuerdan? Cuando llegaba el verano en casa de la familia y de pronto te dabas cuenta que dejaste tu top favorito con el único que podías combinar la falda que habías empacado en la maleta, o no llevaste un vestido de noche y te invitan a una fiesta en la que estará el chico que te gusta. Y siempre un hada madrina, llamémosle tía, abuela, prima, sale con una idea y prenda en mano.
Enseguida sientes una colección que no sé si tiene algo que ver con pasar de generación, pero que se queda en tu memoria con su textura, bordado o colores. Un vestido, pantalón de flecos o chaqueta de vintage, el top tejido de colores pasteles, que sabes que trae buena suerte porque siempre que lo luces vives momentos especiales, esa prenda que cuando te la pones sientes que eres tú pero en una versión de película, que cuando caminas por la calle eres como la estrella de un musical.
Algunas aún las conservo, otras han vuelto a pasar de generación a través de mi, a mi hermana o a una prima, otras quedaron en el cuarto de mi adolescencia. Me pregunto cuál de mis tantos trapos en el armario será ese amuleto de la suerte para alguien más de mi familia en un futuro.
The Sunday Society, by Axia Carvallo.
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